1. Lava bien los pimientos y sécalos. Ponlos a asar en el horno a 200 grados hasta que la piel se arrugue. Sácalos y mételos unos minutos en una bolsa de plástico hasta que estén templados, así te será más fácil quitarles la piel con las manos.
2. Una vez limpios y eliminada la piel, corta la pulpa en tiras y saltéalas en una sartén con un poco de aceite, removiendo continuamente.
3. Con la ayuda de la trituradora, haz un puré con los pimientos y el ajo pelado, y mézclalo con el yogur hasta obtener una crema muy fina. Guárdala en la nevera para que se enfríe.
4. Sirve la crema acompañada de dips de verduras (bastoncitos de apio o zanahoria) y de picos de pan integral para mojar en la crema. También puedes untar la crema directamente sobre tostadas integrales.
El caviar de pimientos: esta crema, también conocida como caviar de pimientos, resulta igualmente perfecta para aderezar platos de verduras, purés de patata e, incluso, como salsa de platos de arroz o pasta.