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Hasta hace sólo unos años, los batidos de soja, más popularmente conocidos como leche de soja, eran un alimento de consumo muy minoritario y destinado, sobre todo, a aquellas personas que padecían intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca. En poco tiempo, sin embargo, el batido de soja se ha convertido en un alimento de gran consumo. Los motivos son muchos, ya que se trata de un producto delicioso y muy saludable, 100% libre de colesterol y lactosa, rico en proteínas de alto valor biológico y una de las fuentes más ricas en fitoestrógenos, famosos entre las mujeres por su capacidad para disminuir y aliviar los trastornos típicos de la menopausia. Enriquecida con calcio, se puede consumir en sustitución de la leche de vaca y utilizarla en numerosas preparaciones culinarias: salsas, cremas, batidos, postres e, incluso, mayonesas. Las recetas quedan deliciosas.

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La capa más externa del grano de avena, lo que denominamos salvado, se diferencia de la de otros cereales por ser muy rica en fibra soluble, hasta un 18%, sobre todo del tipo betaglucano. Esta clase de fibra convierte al salvado de avena en un alimento con propiedades prebióticas, que ayudan a mantener una flora intestinal saludable, repercutiendo en beneficios sobre la salud, como son la regeneración de la mucosa intestinal, ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer o estimular las funciones del sistema inmunológico, entre otros. Además, gracias a la capacidad de esta fibra para absorber agua, también resulta útil para favorecer el tránsito intestinal, retrasar la absorción de la glucosa y ejercer un notable efecto saciante. Tradicionalmente, el salvado de avena se ha tomado mezclado con yogur o añadido a platos de arroz, pasta, sopa o ensaladas, pero también puede ser un buen ingrediente para elaborar panes, galletas, bizcochos cremas; para añadir a todo tipo de tortillas y crepes; para preparar rebozados, etc.

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Batido de plátano con teja de canela

Batido de plátano con teja de canela AUTOR: Santiveri 30 de marzo de 2016
4 DIFICULTAD 1:40'

Este postre es muy rico en fibra y perfecto para activar tu tránsito intestinal. ¡Sáltate la dieta por un día!

¡A POR ELLO! PASITO A PASO...

1. Para la teja: funde la mantequilla y mézclala con la harina, los 10 gramos de salvado de avena, el azúcar, 1 cucharadita de canela molida y la clara de huevo. Deja reposar 1 hora en la nevera tapada.

2. Estira una pequeña cantidad de esta preparación sobre papel de horno, de modo que quede una capa muy fina con forma de lengua. Deja en el horno a 180 ºC hasta que se dore y luego retira con cuidado y deja enfriar.

3. Pela los plátanos y colócalos en un vaso mezclador, junto con la leche de soja y los 100 gramos de salvado de avena. Tritura los ingredientes y añade miel para endulzar.

4. Sirve el batido con la teja crujiente y decora con tiras finas hechas con la piel del limón, canela en polvo y unas hojitas de menta fresca.

Tejas para el té: cubre las tejas con chocolate fundido caliente y espolvorea por encima almendras, avellanas o nueces picaditas. Son ideales para acompañar una infusión.

¡¡¡TOMA NOTA!!!

tabla
  • 20 g de mantequilla
  • 15 g de harina
  • 10 g de salvado de avena
  • 20 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de canela molida
  • 1 clara de huevo
  • 4 plátanos
  • 600 ml de leche de soja fría
  • 100 g de salvado de avena
  • 4-6 cucharadas de miel
  • piel de medio limón
  • menta fresca