AUTOR: Yeray S. Iborra
13 de octubre de 2015
Jerusalem Sacred Music Festival, tendiendo puentes
Una semana, cerca de 70 actuaciones. Siete días con el diálogo por bandera en una ciudad dividida. La cultura, la música, como puente: Jerusalem Sacred Music Festival (JSMF), el único festival que puede poner a cantar a musulmanes, judíos, cristianos y ateos sobre una misma tarima.
Mujeres con velo, hombres ataviados con ropas vaporosas, niños con kipá, jóvenes de negro impoluto y grandes tirabuzones pegados a sus orejas... Turistas en procesión hacia el Muro de las Lamentaciones. Judíos, musulmanes, cristianos. Palestinos e Israelíes; palestinos con pasaporte israelí, sin pasaporte israelí; israelíes sionistas, israelíes críticos: la variedad en Jerusalén es motivo de celebración... Y de preocupación.
Jerusalén es una ciudad de poco más de un millón de habitantes y epicentro de debates religiosos, políticos y, durante una semana, culturales. Ese es el tiempo en el que el Jerusalem Sacred Music Festival toma la palabra para construir puentes. A finales de agosto, y siempre con la amenaza de un nuevo conflicto latente (en 2014 tuvieron que cancelar el 50% de la programación por el clima belicoso) cerca de 70 actuaciones se desarrollan en la Torre de David, la antigua ciudadela de la Vieja Jerusalén (al lado de la Puerta de Jaffa) por la que han pasado desde el siglo II a.C. cristianos, musulmanes, mamelucos y otomanos.
Cuando el JSMF se autodefine como “el único escenario posible para diálogos imposibles”, así lo expone Naomi Bloch Fortis (directora ejecutiva), está en lo cierto. ¿Dónde sino iba a verse esa locura por nombre “Junoon” que el compositor Shye Ben Tzur y Jonny Greenwood (Radiohead) han inventado junto a una decena de músicos indios (foto de la actuación)? ¿Donde tendría lugar el cierre con bandas tan variopintas como la electrónica orgánica y de ritmos orientales de Cut ‘n’ Base o el trance de Tribal Dance? ¿Dónde sino podríamos ver bailando todo tipo de público los compases sandungueros del mítico rastafari Max Romeo? ¿Dónde podríamos ver sobre una misma tarima cantando en el cierre a cristianos, judíos y musulmanes?
Foto: Noam Chojnow