23 November 2015
Una segunda vida (artística) para el correo
El ilustrador británico Mark Powell se ha encargado los últimos tres años de llenar de vida el correo postal. Armado con su boli, Powell dibuja minuciosos retratos realistas o detallados animales –entre otros– en sobres encontrados. El correo en desuso como fuente de inspiración.
¿Cuánto hace que no recibes una carta? ¿Ni siquiera una postal? Vale, giremos las tornas: ¿Cuánto hace que no la envías? Nunca es tarde para empezar, dicho sea de paso… Pero no, no eres ningún bicho raro: el sistema postal está en declive, pese a haber sido uno de los tótems comunicativos en las sociedades modernas.
Los buzones han pasado de ser fuente de ilusión (y de trabajo) para muchos –la Carta a los Reyes Magos, un mensaje para un amigo lejano, ¡correspondencia con la persona amada!–, a un simple objeto kitsch que desfallece entre propaganda política, publicidad y, claro… facturas. Eso debió pensar Mark Powell cuando, cansado de plasmar sus retratos realistas en cualquier papelajo, decidió añadirle un plus de simbolismo a sus lienzos: ¿Y por qué no las cartas? Los sobres pasaron a ser su suporte en 2011.
Con una técnica pasmosa del retrato realista, incluso del hiperrealista, Powell empezó a utilizar sobres con remitente, sello, lacrado: cartas al uso como medio de comunicación. Cartas usadas, cartas con historia. Powell, que utiliza sobres con fecha desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, esboza la mayoría de ilustraciones con bolígrafo corriente; sí, con el mismo con el que haces las listas de la compra. Para Powell, tal y como recoge la periodista Mar Abad, sus dibujos en sobres son “una manera de conservar la historia”.
Los bustos (y demás creaciones: pájaros, casas…) de Powell, de trazado marcado y con gran dominio de las sombras, del ruido, empezaron a moverse rápido. Hasta el punto que hoy están cotizados como obras de arte. Y es que, ¿qué es sino una obra de arte? No más que un objeto, un símbolo, que en un contexto determinado choca, comunica y adquiere vida propia: un sobre con segunda vida, artística.
Texto: Yeray S. Iborra
Foto: Mark Powell