18 October 2016
Eusebi, el jubilado que se convirtió en artista
«Cuando me jubilaron, me quería suicidar. Pero una voz gloriosa me dijo: ¡No, hombre, no! Tienes alma de artista. Vuélcate en eso y serás feliz.»
El arte no sólo le salvó la vida al señor Eusebi. También lo hizo inmortal. A los sesenta años, ante la perplejidad de sus familiares, pasó de ser un excontable jubilado al abuelo bohemio del barrio barcelonés de Gràcia.
Allí nació, residió y murió en noviembre del 2014, a los 91 años. Tras él, dejó una corta y, sin embargo, prolífica carrera artística.
Era habitual toparse con él por el barrio, cargado con una carpeta llena de retratos hechos con acuarelas, lápices de colores y bolígrafos. El estilo era naíf. Los protagonistas de su obra, la gente que se cruzaba por el barrio ―vecinos, turistas, estudiantes Erasmus― o sus musas, como Marilyn Monroe.
Cambiaba los dibujos por alguna moneda, un refresco, un cigarrillo o un beso, y alardeaba de que su obra estaba repartida por todo el mundo.
Desde que murió, Gràcia es un poquito más gris. Por suerte, iniciativas como el documental Un tal Eusebi, realizado por Iban del Campo, o la página de Facebook creada por una de sus fans, alimentan el recuerdo de los que tuvimos la suerte de conocer a Eusebi, el artista pensionista del barrio de Gràcia.
Por Àngels Codina