29 October 2015
Donde la cultura nace del hierro
Naves industriales abandonadas, escombros, paredes llenas de graffiti, ratas. Es lo primero que nos viene a la cabeza al imaginar un parque industrial en desuso. Este cliché se derrumbará si visitamos la que fue la mayor región industrial de Europa.
Se trata de la cuenca del Ruhr, al oeste de Alemania. Durante más de un siglo, en los alrededores de ciudades como Dortmund, Essen o Bochum, se concentraron una actividad minera y una industria siderúrgica muy potentes.
Tras la Guerra Fría, la mayoría de estas industrias se desmantelaron, y a pesar de un repunte entre los años 1950 y 1960, la crisis económica mundial de 1973 azotó la región con tanta fuerza, que la dejó herida de muerte.
Los testigos de aquellos años de gloria son hornos de fundición, depósitos de gas gigantescos, y quilómetros y más quilómetros de túneles excavados en las minas de carbón. Ante la perspectiva del abandono, se decidió conservarlos como un reflejo de la historia de la región e integrar el suelo industrial con el resto del territorio.
Así, fueron reconvertidos en espacios culturales y de ocio, y en muchos casos pasaron a considerarse objetos de land art. Algunas de las atracciones clave de la región, agrupadas dentro de la Ruta del Patrimonio Industrial, son el complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein, declarado en 2001 Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, o uno de los más curiosos: el Parque de Duisburg-Nord.
En éste último, las chimeneas y las estructuras de acero fueron iluminadas con neones de colores, parte de los bunkers fueron reconvertidos en rocódromos, y el depósito de gas, en una piscina para practicar el submarinismo.
Texto: Àngels Codina
Foto: Landschaftspark Duisburg-Nord / Horst Zielske