1 Precalienta el horno a 180 ºC. Con ayuda de un rodillo aplana las rebanadas de pan de molde sin gluten Noglut, hasta que queden finas y flexibles. Limpia y ralla la piel de medio limón y reserva. Corta la vaina de vainilla longitudinalmente y con ayuda de un cuchillo raspa las semillitas del interior, y resérvalas. Limpia las fresas.
2 Unta con un poco de mantequilla unos moldes para tartaletas y espolvoréalos con un poco de azúcar. Forra los moldes con las rebanadas de pan aplanadas y hornea durante unos minutos, hasta que el pan esté crujiente. Para que el pan se adapte al molde, puedes rellenarlos con garbanzos o judías secas, que luego podrás descartar.
3 Diluye la harina en la leche de almendras bio y ponla a calentar junto con el azúcar, las yemas, la ralladura de limón y la vainilla. Tienes que remover continuamente para que no se pegue. Mantén la cocción hasta que la crema espese, y en ese momento retira del fuego y deja atemperar, no dejes que llegue a hervir.
4 Para montar las tartaletas, simplemente debes rellenarlas con la crema pastelera fría, las fresas y espolvorear al final con las almendras en tiras.
Estas tartaletas las puedes preparar de 1.000 maneras, cambiando la crema pastelera por crema de chocolate, natillas e incluso algún yogur cremoso. Y del mismo modo, las fresas las puedes cambiar por la fruta que más te guste, melón, cerezas, melocotón, e incluso piña.