1. Precalienta el horno a 200 º centígrados. Pon a calentar un cazo con agua, cuando inicie la ebullición vierte la quínoa y cocina hasta que esté tierna pero crujiente, más o menos 20 minutos. Retira del fuego, escurre y reserva.
2. Lava y seca muy bien las remolachas, úntalas con aceite de oliva y ásalas en el horno hasta que estén tiernas. Retíralas, déjalas atemperar y pélalas. Córtalas groseramente.
3. Pela las chalotas, pícalas muy pequeñito y sofríelas con el aceite de oliva en una sartén antiadherente. Cuando estén pochadas incorpora las nueces picadas y la quínoa y remueve. Salpimenta y distribuye la quínoa en 4 cuencos.
4. Distribuye la remolacha sobre la quínoa y sirve inmediatamente. Puedes adornar los cuenquitos con unos trocitos de nueces.